El viernes 13 de noviembre, Francia se ha visto de nuevo atacada mediante actos violentos de terrorismo. En esta ocasión el número de víctimas ha sido importante, así como el de heridos. La sensación de pérdida de las personas nos conmociona a todos, pero también y sobre todo, nos invade la sensación de pérdida de nuestra libertad y seguridad.
Los adultos sabemos, o al menos tenemos mayor capacidad para la gestión de estos sentimientos. Pero ¿qué pasa con los niños ? A menudo solemos dejarlos al margen de estas noticias, en una actitud protectora de evitarles ciertos horrores. Pero algunas veces esto no es posible, porque el miedo, la preocupación, las noticias, los comentarios en las tiendas y las referencias en el colegio no se pueden disimular. No podemos obviar el hecho de que los niños también pueblan este planeta y lo van a heredar, por lo tanto, las cosas, buenas o malas, que en el mismo ocurre les afectan y la manera en que les mostremos herramientas para abordar las distintas situaciones es clave.