¿Os habéis preguntado alguna vez qué es lo que tienen las islas para despertar tanto la imaginación?
¿Dónde reside su atractivo?
Uno podría pensar que se encuentra en la necesidad de desconexión de nuestra vida moderna, llena de prisas, compromisos, ruidos u órdenes. Perderse sería entonces una manera de reequilibrarse.
Sin embargo la fascinación por ellas se remonta a mucho tiempo atrás. Las islas del tesoro ya existían antes de la invención del teléfono o la sociedad del consumo y la hipercomunicación. La isla desierta ofrece un espacio íntimo, donde encontrarse con el misterio de lo desconocido, con la aventura de descubrirse a uno mismo y a las personas que se encuentren con uno.
Su encanto ha dado lugar a multitud de relatos, libros o películas. Algunos de ellos han llegado a ser clásicos de la literatura o la filmografía universal.