Pues ya me tenéis otra vez aquí para hartazgo de muchos…. y alegría de algunos pocos curiosos, je, je.
Os contaba la semana pasada que el Sistema de Patrullas es uno de los elementos esenciales que definen el escultismo, tan importante que sin él no existen scouts. Y que sin embargo sigue siendo una de las piedras en las que muchos responsables tropiezan al aplicar el método.
Porque el Sistema de Patrullas (o “de equipos” como lo llaman muchos sin darse cuenta de que la nomenclatura está puesta a conciencia por el fundador para diferenciarla de lo habitual, y de ese modo despertar la imaginación a la hora de jugar al juego en un marco simbólico concreto, el de los exploradores) no consiste simplemente en reunir a los chavales en grupos para poder trabajar con ellos mejor y más cómodamente. Aunque eso es exactamente lo que vemos en muuuuchas Tropas.
Por eso hoy repasaremos los fundamentos para tratar de “recapturar” la visión de las patrullas. Sé que muchos los tendréis claros pero creo que merecerá la pena recordarlos.
¿Habéis pensado alguna vez por qué BP utilizó las patrullas ya en Brownsea?
Un militar como él, con una personalidad arrolladora y su fama de héroe…nos invita a pensar que el desarrollo de aquel primer campamento hubiese sido de otra forma, tal vez mucho más personalista. Lo normal quizá es que hubiese actuado como el clásico jefe y hubiese conducido él mismo las actividades. Y sin embargo no fue así.
El viejo Jefe tenía claro lo que pretendía con el experimento: hacer a los chicos responsables, desarrollar su carácter y su capacidad de liderazgo. El sistema experimentado era sencillo: los chicos jugarían el juego del mismo modo que lo hacen en sus pandillas. Debían dar su palabra de que apoyarían a su Guía y trabajarían por el bien de su patrulla.
Y todo salio “a pedir de boca”. La responsabilidad, la disciplina (que en nuestro método es una “auto-disciplina”) y una sana rivalidad mediante competiciones fueron la base del éxito de aquel primer campamento.
Claro que entonces el escultismo tenía una ventaja: no existían malos hábitos, ni rutinas aburridas, ni ideas descafeinadas sobre lo que era el Sistema de Patrullas. Sin embargo hoy tenemos que lidiar con eso, y tratar de evitarlo si queremos descubrir de verdad cómo funciona el escultismo básico.
Y debemos hacerlo empezando por nosotros mismos. Si queremos dar a nuestros chicos la oportunidad de vivir esa experiencia única…debemos esforzarnos en lugar de dejarnos llevar por la corriente de la costumbre. Es necesario descubrir el entusiasmo de los fundadores de este invento y mantenerlo. ¿Os animáis? Continuar leyendo ‘¿De verdad utilizamos el Sistema de Patrullas? 2. Primeros pasos’